lunes, 30 de diciembre de 2013

ARMANDO RODERA

 
"No sabía si empezar con la sierra mecánica o directamente con el hacha. Encontró un delantal doblado en una silla y Jasón pensó que serviría para no mancharse demasiado..."
El color de la maldad


Ya conocen mis lectores esa debilidad que tengo por el género policiaco, hecho que resulta en que mi biblioteca en papel así como la digital rebosen de este tipo de obras. Por supuesto, han pasado por mis manos los más famosos bestsellers y los más reconocidos detectives de la literatura: Holmes, Poirot, Wallander y muchos más.
Sin embargo, como también saben los lectores de este blog, me gusta indagar en las nuevas aportaciones a la literatura en general y a este género en particular. Ya he dejado muestra aquí de los nuevos autores que me han encandilado, y hoy quiero sumar uno más a la lista: Armando Rodera. Hay algo que siempre envidio de estos escritores, y es la facilidad que tienen para que historias que siempre se enmarcaron en lugares distantes, tengan la misma fuerza cuando los escenarios son cercanos. Cuando pienso en crear una obra de este género (a veces lo hago) me parece que mi ciudad o los alrededores nunca aportarán el marco idóneo. Y de repente me encuentro a alguien como Armando Rodera para decirme que sí es posible. Su escalofriante asesino se pasea por Ávila, Cáceres e incluso Salamanca con el mismo sadismo que Jack el Destripador por las románticas y oscuras callejuelas de Whitechapelle.
Por otro lado, tengo en alta estima a aquellos que no intentan imitar. Bermejo, nuestro inspector, es un personaje único, un hombre corriente, funcionario en nuestro país, con todo lo que eso puede significar; un policía atormentado a veces, conocedor de sus limitaciones, preocupado por su trabajo pero también por su vida. El contrapunto de Roncero, despierto pero inseguro, convertirán a esta pareja en un equipo imperfecto pero creíble. Estamos ante una historia compleja que provoca el desconcierto y el terror ante las terribles imágenes que el autor va dibujando en sus páginas. La inteligencia del asesino retará a nuestros dos protagonistas y permitirá al lector un paseo por la mitología. Con un ritmo impecable, Armando Rodera consigue dejarnos atados a nuestro sillón favorito, con su obra entre las manos. El resto del mundo puede esperar. 

El libro de Armando Rodera podéis adquirirlo aquí. 

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