“Oyendo los gritos de alegría que subían
de la ciudad, Rieux tenía presente que esta alegría está siempre
amenazada. Pues él sabía que esta muchedumbre dichosa ignoraba lo que se
puede leer en los libros, que el bacilo de la peste no muere ni
desaparece jamás, que puede permanecer durante decenios dormido en los
muebles, en la ropa, que espera pacientemente en las alcobas, en las
bodegas, en las maletas, en los pañuelos y los papeles, y que puede
llegar un día en que la peste, para desgracia y enseñanza de los
hombres, despierte a sus ratas y las mande a morir en una ciudad
dichosa.”
He andado inmersa estos días entre las palabras de Camus y no ha sido fácil. El verano ataca fuerte para delicia de muchos, hartos ya de interminables días de frío, aunque para otros tantos la dureza de las afiladas tardes de estos días se convierten en pesadilla. Siempre hay para todos los gustos, está claro. Pero es bien cierto que elegir para estos días un libro como La Peste puede que no sea conveniente. Sin embargo, quiero sugerirlo para aquellos que se atrevan a darle la espalda a las historias facilonas propias de esta época del año. Al fin y al cabo, ahora el tiempo se alarga, el ocio ocupa la vida de muchos así que, en ese sentido, no hay mejor ocasión para sumergirse en la complicada reflexión que Camus nos ofrece con su Peste. La solidaridad, como uno de los temas base en esta obra considerada como existencialista, a pesar del rechazo del propio autor a esta etiqueta, es llevada al extremo de la mano de un doctor y otros personajes que obvian su propia existencia en su intento de luchar contra una plaga que no saben cómo afrontar y de la que ni siquiera aventuran el fin. La peste es aquí tratada como el absurdo, lo irracional, lo que lleva a los protagonistas a momentos de reflexión y de aparente indiferencia. Es una epidemia que mata con fiebres y bubones, entre dolores jamás imaginados, pero es también la sociedad corrompida, el consumismo, el individualismo. Ante ese absurdo, los ciudadanos se resignan, se suicidan, esperan que todo acabe sin poder tomar parte de sus destinos. El hombre de Camus, el de La Peste, no tiene control sobre nada, la irracionalidad de la vida simplemente lo guía.Sin embargo, Camus en esta obra lanzará una de sus máximas fundamentales :"En el hombre hay más cosas dignas de admiración que de desprecio". Quedémonos con ella.
Our happiness stands forever threatened, for the plague Bacillus neither
dies nor disappears. It can lie dormant for years sand years, in
furniture and in linen chests. Biding its time in bedrooms, in cellars,
in trunks, in handkerchiefs, and in the odd scrap of paper. And the day
will come when, to the bane and enlightenment of man, the plague will
awaken its rats and send them forth to die in a happy city".
The Plague
These last days I've been immersed in the readingo of The Plague by Camus, and it has not been easy. The summer is already here for delight of many, tired of endless cold days, although for others these sharpened days become a nightmare. There is something for every taste. But, it's true that the choose of such a book for these summer days may not be convenient. However, I want to suggest it for all those who dare to forget the easy stories which usually everybody reads now. In fact, now we have more time to face the difficult reflection Camus proposes in the book. The solidarity, one of the pillars of the novel, considered as existencialist despite Camus rejected such labell, is taken to the extreme by a doctor and other characters who forget their own survival trying to fight against an uncontrollable plague. Here, the plague is considered as the absurdity, the irrational, the fact that leads the characters to moments of reflection and apparent indiference. The fever and the painful bubos kill people but the plague is not only this: it's also the society, the consumism, the individualism. In front of this absurdity, people resign themselves, commit suicide, hope the end of their suffering. The man of Camus, the man of The Plague, has no control over his own destiny, the irrationality of life just leads him. However, Camus in this novel states one of his fundamental maxims: "There are more things to admire in men than to despise". Let's take this.
LA PESTE, de ALBERT CAMUS
THE PLAGUE, by ALBERT CAMUS
La peste narra las consecuencias del aislamiento de toda una ciudad, lo cual pone de manifiesto lo mejor y lo peor que cada uno de sus ciudadanos lleva dentro: sus miedos, traiciones, individualismo, pero también la solidaridad, la compasión, el espíritu de colaboración con el prójimo.
The Plague is about an epidemic of bubonic plague that takes place in the Algerian port city of Oran. When the plague first arrives, the residents are slow to recognize the mortal danger they are in. Once they do become aware of it, they must decide what measures they will take to fight the deadly disease. But the plague is also the presence of moral evil or just the symbol of the nature of the human condition
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